Los Virus y el Viroma

El Espectáculo de Equilibrio Con Los Virus

Desde la profundidades del océano hasta los picos de las montañas, en todos los lugares de la Tierra donde hay vida, hay virus (incluso dentro del cuerpo).

Quizás haya escuchado sobre el microbioma humano, que son las comunidades de bacterias y otros microbios que viven sobre nosotros y también dentro de nuestros cuerpos. “Los científicos calculan que la cantidad de células bacterianas que viven dentro del cuerpo o sobre el cuerpo es prácticamente la misma que la cantidad de células humanas”, dice Rob DeSalle, curador de la división de Zoología de los Invertebrados del Museo.

Y así como tenemos un microbioma, tenemos un viroma.

Por supuesto, los primeros que se nos vienen a la mente son los que causan enfermedades. Pero las enfermedades son solo una parte de la historia. En cada lugar del cuerpo que analizan los científicos, encuentran comunidades de virus: en la sangre y los intestinos, en la piel, en la boca y los pulmones, en los sistemas nervioso y reproductivo.

Estos virus varían muchísimo entre las distintas personas. Muchos de ellos son benignos o útiles. Algunos ni siquiera están ahí para infectar nuestras células.

Los virus ayudaron a dar forma a nuestra evolución y nos convirtieron en quienes somos.

Dada la gran cantidad de bacterias que conforman el microbioma humano, la mayoría de los colonizadores virales probablemente son bacteriófagos, es decir, virus que dependen de los huéspedes bacterianos, ya que los infectan y se replican dentro de ellos.

Given the abundance of bacteria in the human microbiome, most of our viral colonizers are probably phages: viruses that depend on bacterial hosts, infecting them and replicating within them. A veces los bacteriófagos matan a la bacteria huésped, a veces agregan su ADN al del huésped y a veces, se quedan ahí, esperando a que se den las condiciones adecuadas para actuar. Los bacteriófagos del viroma, que forman parte del complejo ecosistema microbiano que tenemos en el cuerpo, pueden alterar el equilibrio de bacterias dentro del microbioma, lo que, a su vez, afecta la salud.

Otros integrantes importantes del viroma pueden afectarnos más directamente, cuando infectan las células humanas. Sabemos mucho sobre algunos de ellos, en especial los que causan enfermedades. Algunos pueden provocar enfermedades agudas, mientras que otros infectan nuestras células sin causar enfermedades durante mucho tiempo (o quizás nunca).

Pero, al parecer, muchos de los virus que infectan las células humanas son solo pasajeros benignos. De hecho, algunos nos acompañan desde hace miles o incluso millones de años. Sus ancestros infectaron a nuestros ancestros. Evolucionaron a medida que nosotros lo hicimos. Y dado que muchos virus pueden insertar su material genético en el ADN de sus huéspedes, los virus son una parte íntima y relevante de nuestra historia.

Por ejemplo, los mamíferos necesitan una proteína llamada sincitina para producir una placenta que funcione correctamente, y que nutra y proteja a los embriones en crecimiento. El gen de la sincitina proviene de un virus que infectó a un mamífero ancestral hace más de 100 millones de años. Si no fuera por ese virus, posiblemente nunca habríamos nacido.

Ilustración de un mamífero parecido a una zarigüeya a punto de comerse un insecto de una hoja.
Representación de un artista del ancestro hipotético de todos los mamíferos placentarios. Un virus portador del gen de la sincitina puede haber sido fundamental para el desarrollo de la placenta.
© C. Buell

Cada vez que nos cruzamos con un nuevo virus peligroso, el sistema inmunitario se pone en acción para reconocerlo y defendernos; para esto, utiliza las herramientas que desarrollaron nuestros ancestros en el transcurso de millones de años a partir de sus encuentros con patógenos previos, incluidos los virus.Las vacunas alertan al sistema inmunitario para que esté atento a determinados virus u otros agentes patógenos; estas advertencias previas pueden marcar una gran diferencia.

Para bien y para mal, los virus han formado parte de nuestra evolución y nos hacen ser quienes somos.

Creado con el apoyo del Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York. © 2021 City of New York 

La familia de Irma y Paul Milstein ha brindado un generoso aporte para el Centro de Recursos de la COVID-19 y sus programas de desarrollo profesional para docentes.